jueves, 24 de mayo de 2012

Raul Alirio, drogadicto desde los 13.



Raul Alirio, drogadicto desde los 13.


"Raul Alirio cuenta 28 años, es adicto desde los 13. La holgada posición económica y social de sus padres le permitió por mucho tiempo disfrutar de privilegios a muy temprana edad; a los 16 años era ya un adolescente aburrido de la vida y ansioso de nuevas experiencias; su desempeño escolar era bastante bueno. A pesar de faltar constantemente a clase, su coeficiente intelectual y su brillante personalidad favorecían sus buenos promedios, en verdad que Raul Alirio era un joven modelo para sus padres y maestros; atractivo, carismático y dicharachero. 
Pero algo falló. Este joven había empezado a fumar marihuana con sus amigos de bachillerato. Las pastillas, el vino, la cerveza y por supuesto la cocaína formaban parte de sus hábitos cotidianos; un muchacho como él podía costear sus vicios, por muy caros que estos fueran; es decir que las parrandas con sus amigos corrían por su cuenta, más bien  por la cuenta bancaria de los padres, aunque a estos no parecía importarles mucho.
No hasta que sucedió la tragedia [...] Bajo el influjo de una explosiva combinación de cocaína y alcohol Raul Alirio se encontró participando en uno de los homicidios más horrendos que haya registrado la historia criminal de estos tiempos en la región donde residía con su familia.
Un par de adolescentes , dos niñas de 15 y 16 años fueron brutalmente masacradas como culminación de una noche de excesos. No todos los involucrados eran mayores de 25 años. Todos estaban drogados. De repente se habían vuelto locos.
Es que sólo unos desquiciados pudieron asesinar sádicamente a las dos jovencitas; solo unos desquiciados pudieron violar sus cadáveres.
Pero Raul Alirio no estaba loco. Las veces que lo entreviste y hablé con él mostraba siempre perfecta coordinación y orientación.
Loco no estaba; se volvía loco con las drogas. Su personalidad carismática y finos modales eran propios de un joven exitoso y triunfador, y no de un psicópata drogadicto y convicto por doble homicidio.
Ahora pasa sus días en un centro de readaptación, le esperan 34 largos años de condena, pero él no siente pasar el tiempo, el humo de su infaltable cigarro de marihuana lo mantiene en otro "mundo".
¿Cómo consigue la droga? -No me lo pregunte, sólo puedo decirles que en cualquier penal del mundo cuando uno tiene dinero puede tener lo que desee, y a Raul Alirio y a su familia lo que les sobra.
Su familia hace tiempo lo abandonó totalmente, hasta se fueron de la ciudad. No soportaron la presión social, sólo le mandan dinero religiosamente para que sufrague sus "gastos.
Para él no existen horas, ni días; el deterioro mental es evidente, y la pérdida del contacto con la realidad es su refugio. No siente culpa ni miedo ni angustia, ¿y cómo sentir, si vive eternamente drogado?


Fuente: La familia, núcleo de valores. Capitulo: Alcoholismo. Pág 152-153.

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